Monday, June 4, 2012

Para Lucy y Juan Manuel

Para Lucia, y Juan Manuel,
con mi más profundo respeto
por compartir con nosotros
esta parte de su vida.

Hace unos días todos pudimos leer en la página de Facebook una triste noticia que nos envió Juan Manuel Guzmán Aladro, en donde nos informaba del fallecimiento de su esposa, en sus palabras: “mi amada compañera de vida, de trabajo, madre de mis adorados hijos, amiga y amante, guía de mi camino, fortaleza de mi espíritu,”, y nos daba cuenta de la lucha que libró ante un cáncer, solidarizándose además con todas las personas que padecen este tipo de enfermedades, palabras elocuentes, que nos describen a una buena persona, que ante su sufrimiento intenso, no deja de pensar en los demás. Por otro lado, hace pocos días tuvimos la reunión de ex alumnos, donde todo fue alegría, fiesta, jolgorio, hasta cuando hubo reclamos, estuvimos contentos, y por ello, había pensado junto con mi cómplice de escrituras, Mario Alberto Rivera en hacer una reseña sobre “El túnel del tiempo de las cabezas blancas “, sin embargo, primero la muerte de Arturo Mirón a quien conocí de niños y de adolescentes, hermano del entrañable Fernando, amigo de correrías y de cosas serias, y después la descripción que nos hizo Juan Manuel de su esposa, me movieron muchas emociones que quisiera poder compartir con todos ustedes, pues lo que leí requiere una reflexión, y quedará para más tarde el escrito chusco o pretendidamente gracioso.

Hace muchos años que trabajo relacionándome con personas que tienen diversos sufrimientos, y el intento es que puedan conocerse mejor para poder tomar mejores decisiones de vida, y dentro de esa actividad, las interacciones personales son algo de lo más importante, por eso, cuando leo que alguien describe a su mujer como lo hace Juan Manuel, lo primero que me viene a la mente es la fortaleza de la relación, la fuerza que esa relación les dio a los dos, y que permitió que Juan Manuel pueda estarse enfrentando a la pérdida, a la desesperación de no tener junto a la persona amada, y que la pueda vivir como la guía de su camino y la fortaleza de su espíritu nos dice que hay una larga historia de luchas compartidas, de sueños, de trabajo, supongo también que de desacuerdos que se diluyeron porque era más importante luchar por el futuro, y no atorarse en las pequeñeces de la vida cotidiana. Por supuesto que cuando conocemos esta historia, no podemos dejar de pensar en nuestra propia vida, en preguntarnos si estamos en ese mismo camino de unir nuestra mano solidariamente con quien comparte nuestra vida o si estamos, por razones que no vienen al caso apartándonos de esa linda experiencia de sentir al otro junto a nosotros, y de caminar juntos ese camino que es la vida. No se trata de dar lecciones de Moral, sea como sea que la entendamos, solo quiero reflexionar sobre el camino que aprendimos desde que éramos pequeños en relación al compartir con los otros lo que es nuestra vida, de cómo aprendimos a escoger una pareja , de cómo nos equivocamos en esa elección y a veces tuvimos que cambiar el rumbo, pero como, con esa historia, aprendimos a desarrollar un estilo de relación, a querer, a dar al otro lo mejor de nosotros mismos, a hacer un esfuerzo cotidiano por aceptar al otro con sus cosas buenas, sus cosas malas, y a ser aceptado de la misma manera por ese otro. No puedo dejar de pensar que así como eso pasa en la familia, es también la escuela la que nos enseñó muchos de esos valores, y esperando no sonar forzado, en especial lugar tengo a mi querido IMM como facilitador de esa tarea; entre más pasan los años más me convenzo de que en la escuela aprendí a querer a las personas como lo hago, que ese proceso se decantó cuando fui adolescente y que fué entre otros elementos gracias a que conviví precisamente en esa escuela con las personas que lo hice que llegué a ser quien soy, así , con mis defectos y virtudes, y que de la misma manera, personas como Juan Manuel, aprendieron de su propia familia y de su escuela ( que es la nuestra) a amar como lo hacen, a tener la fortaleza de poder decirnos a todos sus hermanos, que su esposa es su compañera de vida, su amante, su amiga, su guía. El corazón de las personas no se puede ocultar, la gente buena lo será siempre, y quien abre su corazón como lo hace juan Manuel, solo puede recibir el abrazo cariñoso y fraterno de todos los que lo rodeamos, y aunque estemos lejos físicamente, nuestras historias nos unen.

Deseo de todo corazón que la fuerza que te da la historia de tu amor, te ayude a saber pronto, que siempre estarán juntos, y que siempre seguirán compartiendo esa cotidianidad que conforma la vida misma.

Cariñosamente

Oscar Sánchez

Sunday, May 6, 2012

He leído no tanto como me gustaría, algunas de las publicaciones del blog y también un sin número de correos que intercambian comunicaciones con generaciones de diferentes épocas en nuestro querido IMM. Casi todos hacen mención a esos bellos momentos que nos tocaron vivir al lado de nuestros compañeros, directores, maestros. Anécdotas sobre los Liceos, clases de ortografía, todo aquello que aprendimos y lo bien que nos sentíamos en esas épocas. Mucha música por supuesto que no podía quedar atrás y que hemos vuelto a escuchar en diferentes voces y grupos.

Pero a mí me gustaría, escribir y dar las gracias por la oportunidad que he tenido de conservar muchas de esas amistades que nacieron en las aulas del Madero y que a diferencia de algunos de ustedes como lo mencionan, su reencuentro se da después de un sin número de años de no saber los unos de los otros.

He sido una persona bendecida y afortunada porque pude permanecer cerca de mis amigos y de muchos a pesar de la distancia, que logramos encontrar la forma de estar en contacto y fortalecer esa amistad. Amigos que me han permitido estar presente en graduaciones, bodas, nacimiento de hijos y festejos de los mismos, que hemos visto pasar el tiempo en estos hijos y no en nosotros por supuesto que seguimos igual de jóvenes, jajaja. Compartir la gran alegría de convertirse en abuela o abuelo. Y con los que también me ha unido en muchos de los casos poder acompañarlos y ser acompañada en la pérdida de un ser querido, padre, esposo, hijo y el acompañamiento en una enfermedad en donde algunos han podido triunfar o están venciendo la batalla y otros se han quedado en el camino. Esto compañeros es lo que creo ha sido el gran logro de haber pertenecido a esta gran comunidad Maderista.

Gracias a todos y sobre todo a mis queridas Magnolias de Acero.

Silvia D. Salmón Ramos

Friday, May 4, 2012

La lucha por el triunfo en una sesión del liceo Melchor Ocampo

“Per asper ad astra “
Por ásperos caminos se llega a las estrellas
Leyenda pintada en el mural
Del viejo salón de actos del liceo
Melchor Ocampo,en 1965-70?



Estoy convencido de que en mi formación académica, contó de manera destacada la obligatoriedad que tenía de participar en el liceo cultural Melchor Ocampo, los viernes por la tarde, bien vestido, puntual y respetuoso como se nos indicaba en los múltiples boletines de invitación/obligación. Debo recordar también que quienes íbamos de primaria, teníamos el antecedente formador del Liceo Amado Nervo, que era lo mismo, pero para los chavitos de primaria, con reglas diferentes, guiados directamente por las maestras, pero que nos entrenaba para tener una participación mayor cuando llegábamos a secundaria, y por supuesto que daba más y mejores herramientas a quienes llevaban ambos bagajes (primaria y secundaria, cuando llegaban a la prepa-si no los habían corrido antes, claro está-)

Ahora bien, hay que decir que una de las cosas que más motivaban a quienes participábamos era precisamente eso la idea de que podríamos ganar en las distintas categorías en que nos tocaba trabajar, de manera rotatoria todos los grados escolares de secundaria y prepa, sin embargo la realidad era bien distinta, ahora lo sé, aunque en ese entonces no me daba cuenta; la diferencia de experiencia del mundo entre un estudiante de secundaria y uno de prepa es en algunos casos abismal, de ahí que cuando estábamos en secundaria, era muy difícil competir contra estudiantes de prepa, con un desarrollo cerebral diferente, unas conexiones neuronales más estimuladas, más especializadas, y con una experiencia de vida que pemitía tener más opciones de decisión sobre cualquiera de los posibles temas: comicidad, declamación, oratoria, baile, etc,etc,etc,etc, vamos, las siete musas en pleno, pero no iguales en sus dádivas amorosas a muchachos inexpertos…..

Así las cosas, la competencia en el liceo era siempre bienvenida, y más cuando se lograba ganar…………. Corría 1971, a inicios del curso de segundo de secundaria, y por alguna extraña, se me confirió la jefatura del grupo, (niego vehementemente haber sido un “nerd”, aunque……

El caso es que entre mis obligaciones estaba representar al grupo, y la mesa directiva del Liceo Melchor Ocampo formada por –evidentemente- alumnos de preparatoria, nos citó para una reunión lidereada por don Angel Armín creo, donde se nos dieron las listas de alumnos para que cobrásemos las cuotas destinadas al mantenimiento del Liceo, materiales de trabajo, etc, y además se nos dio la lista de los temas y fechas en que participaríamos como grado escolar, (no por salones), y así me enteré que para ese año tendríamos algunas intervenciones en temas diversos, hoy no podría decir cuales y las fechas, pero quedó una grabada en mi recuerdo tal vez por ser la primera, tal vez por lo que sucedió, o tal vez porque mi pobre memoria ya no da más que para ese recuerdo, pero es el que quiero compartir con ustedes:

Los segundos de secundaria ( A y B) participarían con el número de baile, y entre los jefes de grupo empezó la discusión de cual baile, uno regional ???, no, demasiado folklore, uno de rock? No, era muy atrevido y por supuesto que no nos dejarían las autoridades, ballet clásico? Ni soñar, creo que ni sabíamos que quería decir eso, en fin, sé de seguro que la discusión se abrió a varios más de los alumnos, y a alguien se le ocurrió que presentáramos “kasachoks” que seguramente está mal escrito, porque en la época así se oia y hoy se sigue oyendo igual, pero era uno de los éxitos del momento, en todos lados se podía escuchar, hasta Ray Coniff tenía su versión…., era uno de los discos de vinilo de 45 revoluciones por minuto de más venta en las discotecas ( que así se llamaba a las tiendas donde vendían discos, y no a los lugares donde años después íbamos a bailar, y que aun más años después se llamaron antros….). el caso es que alguien llevó a la escuela un disco de esos, o nos juntamos de alguna manera para oírlo en algún lado, y todos nos entusiasmamos por lo “original” del baile, lo “internacional” del numerito, y sobre todo por lo “exótico” de la propuesta, pero se venía encima otro problema mayor: quién diablos iba a bailar esa danza acrobática, levantando los pies desde la posición de cuclillas, alzándolos hasta la altura de la cabeza, con las manos tocando los codos y éstos colocados al frente del cuerpo al mismo tiempo?, es toda una proeza para cualquiera que lo intente, ( ni siquiera se les ocurra tratar en estos momentos, no quiero ser responsable de infartos, huesos rotos y esguinces diversos, por favor.), y así empezaron las penurias, pero oh sorpresa, había algunos compañeros que lograban hacer tal cosa, y entre ellos, destacaba Oscar Wynter, que de manera discreta como todo él, nos mostró con una elegancia natural, sus dotes de bailarín de las estepas rusas, como si hubiera nacido en Ucrania, Siberia o Moscú, y fue elegido unánimemente para ser el bailarín principal, ( en este momento me duele no poder acordarme de los demás que participaron, ofrezco disculpas, pero quien se reconozca en este baile, que lo diga para agregarlo…) y empezaron a ensayar, y otro grupo de nosotros empezamos a hacer la escenografía, nos dieron unas inmensas hojas de papel Kraft, o manila o como se llame, armamos un bastidor de dos por tres metros o algo así, y compañeros como José Nava Badillo, Jorge Nassar, Mario Alberto Rivera, Jonathan Murillo, Jorge Galindo, y otros de quien mi memoria traicionera ya no registra, trabajábamos por las tardes o entre clase y clase, creo que guardábamos nuestro boceto entre los otros bastidores de manera tal que NADIE lo viera, para mantener el secreto, ( supongo que cada grupo hacia lo mismo….creyendo que de verdad nadie se enteraba de nada, vaya, la ingenuidad en pleno.), y así empezaron a surgir de las hábiles manos de estos artistas, ( creo que quien guiaba eso era José Santos Nava, y hasta el mismo Oscar Wynter incluido en el equipo escenográfico) las siluetas de los minaretes o como se diga de las torres de la catedral de San Basilio en Moscú, que aparecía en las postales o en las fotografías de los libros ( la tomamos del libro de Geografía?, del de Historia?, ) con sus cúpulas doradas y en forma de tulipanes, claro que no logramos hacer que se vieran doradas, ( no había gises dorados en la época, ni de la marca Ideal ni de ninguna otra), y si, la imagen nos quedó “de pelos” (según las definiciones de la Real Academia de la Lengua, en la época antediluviana, el concepto se aplicaba a aquellos resultados altamente satisfactorios, y es equivalente al concepto moderno “bien chido”).

Y como dice el refrán finalmente todo plazo se cumple, y llegó el viernes fatídico de la Presentación, y no puedo recordar si los números se organizaban por orden ascendente, es decir primero de secundaria, segundo, tercero, luego los de prepa o era un orden aleatorio, el caso es que cuando nos tocó, toda la escuela sabia que íbamos a presentar “Kasachoks” , ignoro como se habrán enterado…. Pero lo que no sabían es que Oscar Wynter y sus tovarich (camaradas en ruso-ahora ya sé idiomas…), se agenciaron de alguna manera unos trajes maravillosos, pantalones oscuros anchos, botas de cuero-como de anuncio de vodka de la época- camisas de cuello alto, y unos gorros (ahora sé que se llaman chapkas) que no le pedían nada a las mejores fotos que habíamos visto de los bailarines del ejército rojo, es decir estaban verdaderamente hermosos, y parsimoniosamente se colocaron en sus lugares, los tramoyistas colocamos la escenografía, , los del sonido pusieron el disquito de 45rpm y comenzó la magia……….

Hay que reconocer que la música es alegre, que tiene ritmo, que invita a bailar, y bueno, ellos lograron hacer sentir todo eso, y mi parecer es que se apropiaron del espíritu de los dioses danzantes rusos, y de verdad bailaron maravillosamente, Oscar alcanzó alturas insospechadas, en sus acrobacias, casi puedo verlo otra vez riendo y saltando abriendo las piernas y cayendo con gracia, girando por todo el escenario, (seguramente el entusiasmo del recuerdo es mayor que la realidad, pero déjenme recrearlo así.) y terminó el baile, y empezó una ovación de todo el auditorio, y luego siguieron las demás presentaciones, pasó la tarde, acabó el Liceo y se llegó al momento de las decisiones , no recuerdo quien votaba, o como se decidía, lo peor de todo es que ya no me acuerdo si ganamos o no, pero mi distorsionada memoria quiere creer que si , que ganamos, que Oscar Volvió a salir a bailar, que cosechó más aplausos, pero desafortunadamente de verdad no me acuerdo, o tal vez perdimos y para proteger mis recuerdos decidí olvidarlo, el caso es que para mí lo importante ya no es saber si ganamos o no, sino todos los procesos que cumplimos para llegar a ese resultado, a descubrir que podíamos trabajar en equipo, los dos grupos, equipos donde había internos y externos, hombres y mujeres, y que podíamos hermanarnos con un fin común, y que lo logramos, finalmente eso es lo importante…….y el recuerdo de la alegría del momento, y de que lo bailado nadie nos lo quita, …o no mi querido Oscar Wynter?........


AGREGADO:
Ahora por desgracia me entero a través de internet como ahora se puede hacer con toda facilidad que casatchok es una canción italiana de 1969 que quiso dar un aire ruso, y que es una degeneración del término “pequeño cosaco”…..lástima, era mejor la otra fantasía…


Archivos anexos:


En esta reconstrucción de la escenografía mencionada, se observa el marco de madera del bastidor que sostiene el dibujo, y se pueden aun ver los trazos del gis magistral de José Nava B. tan realistas que efectivamente parece una fotografía……. Y de manera incomprensible para el equipo de investigadores arqueológicos, en la base del dibujo se puede observar la firma de uno de los autores, que después de sesudas deliberaciones, se ha llegado a reconocer como perteneciente a Jose santos nava Badillo!
..


En esta rarísima fotografía tomada clandestinamente durante el liceo Melchor ocampo, se observa claramente la habilida danzística de Oscar Wynter, aquí disfrazado de ruso para que no se le reconozca, y con un fondo falso, para que pareciera que está en un teatro ruso, sin embargo, en las esquinas de la fotografía se observan unos emblemas que aunque parecieran aguilas imperiales rusas, NO!, son los escudos ….del Madero, lo que demuestra la autenticidad de la imagen……………



Oscar Sanchez

Monday, April 16, 2012

Internos/Externos o la eterna rivalidad fraterna

Platicando con algunos participantes de la página de ex alumnos del IMM, ha surgido como tema la relación entre aquellos que estudiaron como internos y los que estudiamos como externos, y se abrió también la plática sobre las diferentes percepciones que cada grupo debe haber tenido del entorno cotidiano, y sorprendentemente, constatábamos que muchos de los que acudimos a la reunión de Mayo pasada (2011), rápidamente hicimos migas con los que habían sido de uno o de otro grupo, (es decir, internos con internos y externos con externos, con algunas honrosas excepciones) y esto llama la atención, ¿será que continuamos con esas afinidades que tuvimos tempranamente porque son las relaciones más fuertes de nuestra infancia y adolescencia?, eso es posible, porque así somos los seres humanos en cuanto a afectos, tendemos a mantener esas relaciones tempranas -de ahí lo importante de hacer amigos en la adolescencia- pero también es posible que persistan tales relaciones porque seguimos desconfiando del otro, del que no perteneció a nuestro grupo, y por eso se mantuvieron tales afinidades.

Todo esto me parece un buen tema de reflexión, y como lo he hecho anteriormente, lo pongo a la mesa, y quiero empezar “balconeándome” yo mismo, para tener tema de discusión: En segundo de secundaria, un aciago día de 1971, llegué por la mañana a la escuela, y al llegar a la entrada principal, ante la imponente arcada de acceso al hall, encuentro a Sabino Bello, compañero mío de segundo B, que se acerca con otro interno, alguien de prepa que le decían “el Borrego”, nunca supe su nombre, pero era alguien conocido como duro, agresivo, peleonero, cara de pocos amigos, y le dice “este es” y entonces ante mi desconcierto, dicho personaje empezó a reclamarme una supuesta ofensa, de la cual yo no tenía ningún conocimiento, y por supuesto no podía defenderme pues ignoraba todo de ella, así los reclamos fueron subiendo de tono, y yo negando todo, diciendo que no sabía de lo que me hablaba, no sé cuánto tiempo pasó, seguramente unos cuantos minutos, Yo trataba de irme, pero él no me dejaba, y llegó un momento en que lo único que esperaba yo era los golpes de un tipo más grande que Yo, mucho más fuerte, mucho más agresivo, en fin, no me quedaba más que recibir la “madriza” correspondiente, y en ese momento, ambos se empiezan a reír, y me dicen que era una broma, y me abandonan en un total desconcierto, enojo, alivio, frustración; y bueno, esa es una historia más de lo que sé de cierto que pasaba con alguna frecuencia en las relaciones entre los internos y los externos, esos dos grupos frecuentemente antagónicos, pero que eran la vida diaria de la escuela, también por supuesto hay otras historias de solidaridad y de comprensión mutua, Jorge Nassar y Nuri Lara son dos personas que recuerdo como cercanos, buenas escuchas, y cooperadores con el trabajo, por supuesto que estoy claro en que todos podemos recordar historias de los dos lados, pero todo esto sirve para reflexionar en un tema que hemos abordado poco desde que se iniciaron estos reencuentros Maderistas, y en las ahora tres páginas de Facebook donde nos reímos tanto, hasta nos enojamos, pero siempre estamos buscando lo nuevo que hay para revivir tiempos pasados y que no volverán.

Cuando era muy pequeño, en kínder, y en primaria; Yo veía a los internos como seres míticos, que vivían en la Escuela, (las internas vivían en la Casita del Director en esa época), y eso les daba toda una aura de misterio, de mayor fuerza, de mayor valentía, y conforme fui creciendo, entablé relación con algunos de ellos, en primaria me acuerdo muy bien de Juan Carlos García Laviada (a: “la Rata Q.E.P.D)de Gilberto Ramirez (a: “El sucio”), de Leónides López Cirlos, niños como Yo, pero con historias difíciles algunos de ellos, y sobre todo chicos solos, con quienes en la infancia logré hacer amistad y cercanía, pero que en cada época vacacional desaparecían para ir a sus respectivas casas, y regresar contándonos maravillas de sus lugares de origen, que nos hacían soñar, (Yo creía verdaderamente en esa época que Agua Dulce era una ciudad dos veces mayor que Puebla).

En Secundaria el conflicto se diversificó pues además se agregó el hecho de que en general los internos tenían más éxito con las chicas que nos gustaban, ¿será porque eran más bonitos? o ¿porque al tener esa misma aura de aventura y misterio eran más atractivos? o ¿porque debido a que sus circunstancias de vida eran diferentes, tenían que ser más entrones, más decididos?; no lo sé, pero bien que recuerdo mi enojo al ser desplazado por ”El Chabelo” en el corazón de Chela, y otras historias más que no vienen al caso para no incomodar a nadie…, y que causaron grandes daños en el desarrollo de un simple muchacho adolescente, y seguramente de muchos otros, pero en fin, esa era la relación, y también hay que decirlo, había personajes extraordinarios, que nos agradaban a todos en ese estilo desenfadado, que caminaban a un centímetro de traspasar la línea de lo prohibido, y a veces la rebasaban, quien no recuerda a Tomás Honda, a Pedro Lara, a Ricardo Arancibia, etc., etc., etc., quienes también nos enseñaron aspectos de la vida que no conocíamos….y que sin duda temíamos, como buenos chicos provincianos.
He realizado una encuesta seria y muy científica (entrevistando a una persona) para preguntarle qué es lo que más envidiaba de los internos, y en total acuerdo conmigo me dijo que era la oportunidad de participar en el coro más que nosotros, al igual que ser parte de la banda de guerra más que cualquier externo, y así toda una serie de canonjías que no teníamos lo externos, o tal vez que no nos atrevíamos a pedir, vamos yo ni siquiera sabía que hubiera podido participar en un coro, ( supongo que es porque mi voz nunca ha sido ni siquiera suficiente para cantar en la regadera en el baño diario..) parece que nuestro gran problema era que no teníamos el coraje de pedir las cosas, que a los internos se les daba de manera más natural, ya que habían tenido que ser más audaces desde el momento en que llegaron a la escuela……..
Y finalmente la reflexión a la que llego, es que en nuestra época escolar, había cosas que cada grupo envidiaba del otro, y que nos hacíamos los fuertes, los despreciativos ante cosas que deseábamos en secreto tener y que los otros tenían, ya dije del aura de misterio de los internos y de ciertas libertades que nosotros no teníamos, vestirse a la moda era una de ellas, caray, nadie traía pantalones más acampanados que los internos, pero a cambio de eso, solo puedo suponer porque nunca he hablado con nadie sobre esto , tal vez hubieran deseado poder terminar las clases e ir a casa a comer con la familia, cosa tan anodina y simple para nosotros, pero que tenía también su importancia en el Desarrollo emocional de unos adolescentes…..en fin, creo que como sea, nos acomodábamos y hacíamos parte de esa gran familia a veces disfuncional que era el Madero, y que nos ayudó a ser lo que somos.

Invito a mis hermanos ex internos a comentar estas reflexiones, solo para conocer su punto de vista, ya que nunca me atreví a preguntarlo antes, y a pedirles que en la próxima reunión me permitan compartir al menos un rato la mesa donde se encuentren sentados para brindar todos juntos por estos maravillosos recuerdos….

Oscar Sanchez Guerrero
Abril del 2012