Monday, April 16, 2012

Internos/Externos o la eterna rivalidad fraterna

Platicando con algunos participantes de la página de ex alumnos del IMM, ha surgido como tema la relación entre aquellos que estudiaron como internos y los que estudiamos como externos, y se abrió también la plática sobre las diferentes percepciones que cada grupo debe haber tenido del entorno cotidiano, y sorprendentemente, constatábamos que muchos de los que acudimos a la reunión de Mayo pasada (2011), rápidamente hicimos migas con los que habían sido de uno o de otro grupo, (es decir, internos con internos y externos con externos, con algunas honrosas excepciones) y esto llama la atención, ¿será que continuamos con esas afinidades que tuvimos tempranamente porque son las relaciones más fuertes de nuestra infancia y adolescencia?, eso es posible, porque así somos los seres humanos en cuanto a afectos, tendemos a mantener esas relaciones tempranas -de ahí lo importante de hacer amigos en la adolescencia- pero también es posible que persistan tales relaciones porque seguimos desconfiando del otro, del que no perteneció a nuestro grupo, y por eso se mantuvieron tales afinidades.

Todo esto me parece un buen tema de reflexión, y como lo he hecho anteriormente, lo pongo a la mesa, y quiero empezar “balconeándome” yo mismo, para tener tema de discusión: En segundo de secundaria, un aciago día de 1971, llegué por la mañana a la escuela, y al llegar a la entrada principal, ante la imponente arcada de acceso al hall, encuentro a Sabino Bello, compañero mío de segundo B, que se acerca con otro interno, alguien de prepa que le decían “el Borrego”, nunca supe su nombre, pero era alguien conocido como duro, agresivo, peleonero, cara de pocos amigos, y le dice “este es” y entonces ante mi desconcierto, dicho personaje empezó a reclamarme una supuesta ofensa, de la cual yo no tenía ningún conocimiento, y por supuesto no podía defenderme pues ignoraba todo de ella, así los reclamos fueron subiendo de tono, y yo negando todo, diciendo que no sabía de lo que me hablaba, no sé cuánto tiempo pasó, seguramente unos cuantos minutos, Yo trataba de irme, pero él no me dejaba, y llegó un momento en que lo único que esperaba yo era los golpes de un tipo más grande que Yo, mucho más fuerte, mucho más agresivo, en fin, no me quedaba más que recibir la “madriza” correspondiente, y en ese momento, ambos se empiezan a reír, y me dicen que era una broma, y me abandonan en un total desconcierto, enojo, alivio, frustración; y bueno, esa es una historia más de lo que sé de cierto que pasaba con alguna frecuencia en las relaciones entre los internos y los externos, esos dos grupos frecuentemente antagónicos, pero que eran la vida diaria de la escuela, también por supuesto hay otras historias de solidaridad y de comprensión mutua, Jorge Nassar y Nuri Lara son dos personas que recuerdo como cercanos, buenas escuchas, y cooperadores con el trabajo, por supuesto que estoy claro en que todos podemos recordar historias de los dos lados, pero todo esto sirve para reflexionar en un tema que hemos abordado poco desde que se iniciaron estos reencuentros Maderistas, y en las ahora tres páginas de Facebook donde nos reímos tanto, hasta nos enojamos, pero siempre estamos buscando lo nuevo que hay para revivir tiempos pasados y que no volverán.

Cuando era muy pequeño, en kínder, y en primaria; Yo veía a los internos como seres míticos, que vivían en la Escuela, (las internas vivían en la Casita del Director en esa época), y eso les daba toda una aura de misterio, de mayor fuerza, de mayor valentía, y conforme fui creciendo, entablé relación con algunos de ellos, en primaria me acuerdo muy bien de Juan Carlos García Laviada (a: “la Rata Q.E.P.D)de Gilberto Ramirez (a: “El sucio”), de Leónides López Cirlos, niños como Yo, pero con historias difíciles algunos de ellos, y sobre todo chicos solos, con quienes en la infancia logré hacer amistad y cercanía, pero que en cada época vacacional desaparecían para ir a sus respectivas casas, y regresar contándonos maravillas de sus lugares de origen, que nos hacían soñar, (Yo creía verdaderamente en esa época que Agua Dulce era una ciudad dos veces mayor que Puebla).

En Secundaria el conflicto se diversificó pues además se agregó el hecho de que en general los internos tenían más éxito con las chicas que nos gustaban, ¿será porque eran más bonitos? o ¿porque al tener esa misma aura de aventura y misterio eran más atractivos? o ¿porque debido a que sus circunstancias de vida eran diferentes, tenían que ser más entrones, más decididos?; no lo sé, pero bien que recuerdo mi enojo al ser desplazado por ”El Chabelo” en el corazón de Chela, y otras historias más que no vienen al caso para no incomodar a nadie…, y que causaron grandes daños en el desarrollo de un simple muchacho adolescente, y seguramente de muchos otros, pero en fin, esa era la relación, y también hay que decirlo, había personajes extraordinarios, que nos agradaban a todos en ese estilo desenfadado, que caminaban a un centímetro de traspasar la línea de lo prohibido, y a veces la rebasaban, quien no recuerda a Tomás Honda, a Pedro Lara, a Ricardo Arancibia, etc., etc., etc., quienes también nos enseñaron aspectos de la vida que no conocíamos….y que sin duda temíamos, como buenos chicos provincianos.
He realizado una encuesta seria y muy científica (entrevistando a una persona) para preguntarle qué es lo que más envidiaba de los internos, y en total acuerdo conmigo me dijo que era la oportunidad de participar en el coro más que nosotros, al igual que ser parte de la banda de guerra más que cualquier externo, y así toda una serie de canonjías que no teníamos lo externos, o tal vez que no nos atrevíamos a pedir, vamos yo ni siquiera sabía que hubiera podido participar en un coro, ( supongo que es porque mi voz nunca ha sido ni siquiera suficiente para cantar en la regadera en el baño diario..) parece que nuestro gran problema era que no teníamos el coraje de pedir las cosas, que a los internos se les daba de manera más natural, ya que habían tenido que ser más audaces desde el momento en que llegaron a la escuela……..
Y finalmente la reflexión a la que llego, es que en nuestra época escolar, había cosas que cada grupo envidiaba del otro, y que nos hacíamos los fuertes, los despreciativos ante cosas que deseábamos en secreto tener y que los otros tenían, ya dije del aura de misterio de los internos y de ciertas libertades que nosotros no teníamos, vestirse a la moda era una de ellas, caray, nadie traía pantalones más acampanados que los internos, pero a cambio de eso, solo puedo suponer porque nunca he hablado con nadie sobre esto , tal vez hubieran deseado poder terminar las clases e ir a casa a comer con la familia, cosa tan anodina y simple para nosotros, pero que tenía también su importancia en el Desarrollo emocional de unos adolescentes…..en fin, creo que como sea, nos acomodábamos y hacíamos parte de esa gran familia a veces disfuncional que era el Madero, y que nos ayudó a ser lo que somos.

Invito a mis hermanos ex internos a comentar estas reflexiones, solo para conocer su punto de vista, ya que nunca me atreví a preguntarlo antes, y a pedirles que en la próxima reunión me permitan compartir al menos un rato la mesa donde se encuentren sentados para brindar todos juntos por estos maravillosos recuerdos….

Oscar Sanchez Guerrero
Abril del 2012

2 comments:

  1. Gracias por los recuerdos! Que bueno que la tecnología nos permita seguir escribiendo y disfrutando la historia...

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  2. Muchas gracias mi querido Oscar,en verdad tu maestria para comunicarte con la palabra escrita hace que los pensamientos vuelen a la maravillosa epoca secundariana en el siempre amado Madero,las clases,los amigos entrañables y que salvo mi querida hérmana Silvia Salmon,a la que en algunas ovasiones he vuelto a ver,a los demas,no he podido,he pasado por Puebla,en algunas ocasiones y en una pedi autorización para entrar y remover los recuerdos,pude ver el busto de mi director-papa Enrique Taylor,pude entrar al gimnasio,y en verdad los digo los recuerdos me hicieron derramar algunas lagrimas de nostalgia,pero con unos recuerdos que jamas me avandonaran,a todos mis hermanos de mi epoca secundariana ,un gran abrazo y siempre los tendre en mi mente y mi corazon.

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