Friday, May 4, 2012

La lucha por el triunfo en una sesión del liceo Melchor Ocampo

“Per asper ad astra “
Por ásperos caminos se llega a las estrellas
Leyenda pintada en el mural
Del viejo salón de actos del liceo
Melchor Ocampo,en 1965-70?



Estoy convencido de que en mi formación académica, contó de manera destacada la obligatoriedad que tenía de participar en el liceo cultural Melchor Ocampo, los viernes por la tarde, bien vestido, puntual y respetuoso como se nos indicaba en los múltiples boletines de invitación/obligación. Debo recordar también que quienes íbamos de primaria, teníamos el antecedente formador del Liceo Amado Nervo, que era lo mismo, pero para los chavitos de primaria, con reglas diferentes, guiados directamente por las maestras, pero que nos entrenaba para tener una participación mayor cuando llegábamos a secundaria, y por supuesto que daba más y mejores herramientas a quienes llevaban ambos bagajes (primaria y secundaria, cuando llegaban a la prepa-si no los habían corrido antes, claro está-)

Ahora bien, hay que decir que una de las cosas que más motivaban a quienes participábamos era precisamente eso la idea de que podríamos ganar en las distintas categorías en que nos tocaba trabajar, de manera rotatoria todos los grados escolares de secundaria y prepa, sin embargo la realidad era bien distinta, ahora lo sé, aunque en ese entonces no me daba cuenta; la diferencia de experiencia del mundo entre un estudiante de secundaria y uno de prepa es en algunos casos abismal, de ahí que cuando estábamos en secundaria, era muy difícil competir contra estudiantes de prepa, con un desarrollo cerebral diferente, unas conexiones neuronales más estimuladas, más especializadas, y con una experiencia de vida que pemitía tener más opciones de decisión sobre cualquiera de los posibles temas: comicidad, declamación, oratoria, baile, etc,etc,etc,etc, vamos, las siete musas en pleno, pero no iguales en sus dádivas amorosas a muchachos inexpertos…..

Así las cosas, la competencia en el liceo era siempre bienvenida, y más cuando se lograba ganar…………. Corría 1971, a inicios del curso de segundo de secundaria, y por alguna extraña, se me confirió la jefatura del grupo, (niego vehementemente haber sido un “nerd”, aunque……

El caso es que entre mis obligaciones estaba representar al grupo, y la mesa directiva del Liceo Melchor Ocampo formada por –evidentemente- alumnos de preparatoria, nos citó para una reunión lidereada por don Angel Armín creo, donde se nos dieron las listas de alumnos para que cobrásemos las cuotas destinadas al mantenimiento del Liceo, materiales de trabajo, etc, y además se nos dio la lista de los temas y fechas en que participaríamos como grado escolar, (no por salones), y así me enteré que para ese año tendríamos algunas intervenciones en temas diversos, hoy no podría decir cuales y las fechas, pero quedó una grabada en mi recuerdo tal vez por ser la primera, tal vez por lo que sucedió, o tal vez porque mi pobre memoria ya no da más que para ese recuerdo, pero es el que quiero compartir con ustedes:

Los segundos de secundaria ( A y B) participarían con el número de baile, y entre los jefes de grupo empezó la discusión de cual baile, uno regional ???, no, demasiado folklore, uno de rock? No, era muy atrevido y por supuesto que no nos dejarían las autoridades, ballet clásico? Ni soñar, creo que ni sabíamos que quería decir eso, en fin, sé de seguro que la discusión se abrió a varios más de los alumnos, y a alguien se le ocurrió que presentáramos “kasachoks” que seguramente está mal escrito, porque en la época así se oia y hoy se sigue oyendo igual, pero era uno de los éxitos del momento, en todos lados se podía escuchar, hasta Ray Coniff tenía su versión…., era uno de los discos de vinilo de 45 revoluciones por minuto de más venta en las discotecas ( que así se llamaba a las tiendas donde vendían discos, y no a los lugares donde años después íbamos a bailar, y que aun más años después se llamaron antros….). el caso es que alguien llevó a la escuela un disco de esos, o nos juntamos de alguna manera para oírlo en algún lado, y todos nos entusiasmamos por lo “original” del baile, lo “internacional” del numerito, y sobre todo por lo “exótico” de la propuesta, pero se venía encima otro problema mayor: quién diablos iba a bailar esa danza acrobática, levantando los pies desde la posición de cuclillas, alzándolos hasta la altura de la cabeza, con las manos tocando los codos y éstos colocados al frente del cuerpo al mismo tiempo?, es toda una proeza para cualquiera que lo intente, ( ni siquiera se les ocurra tratar en estos momentos, no quiero ser responsable de infartos, huesos rotos y esguinces diversos, por favor.), y así empezaron las penurias, pero oh sorpresa, había algunos compañeros que lograban hacer tal cosa, y entre ellos, destacaba Oscar Wynter, que de manera discreta como todo él, nos mostró con una elegancia natural, sus dotes de bailarín de las estepas rusas, como si hubiera nacido en Ucrania, Siberia o Moscú, y fue elegido unánimemente para ser el bailarín principal, ( en este momento me duele no poder acordarme de los demás que participaron, ofrezco disculpas, pero quien se reconozca en este baile, que lo diga para agregarlo…) y empezaron a ensayar, y otro grupo de nosotros empezamos a hacer la escenografía, nos dieron unas inmensas hojas de papel Kraft, o manila o como se llame, armamos un bastidor de dos por tres metros o algo así, y compañeros como José Nava Badillo, Jorge Nassar, Mario Alberto Rivera, Jonathan Murillo, Jorge Galindo, y otros de quien mi memoria traicionera ya no registra, trabajábamos por las tardes o entre clase y clase, creo que guardábamos nuestro boceto entre los otros bastidores de manera tal que NADIE lo viera, para mantener el secreto, ( supongo que cada grupo hacia lo mismo….creyendo que de verdad nadie se enteraba de nada, vaya, la ingenuidad en pleno.), y así empezaron a surgir de las hábiles manos de estos artistas, ( creo que quien guiaba eso era José Santos Nava, y hasta el mismo Oscar Wynter incluido en el equipo escenográfico) las siluetas de los minaretes o como se diga de las torres de la catedral de San Basilio en Moscú, que aparecía en las postales o en las fotografías de los libros ( la tomamos del libro de Geografía?, del de Historia?, ) con sus cúpulas doradas y en forma de tulipanes, claro que no logramos hacer que se vieran doradas, ( no había gises dorados en la época, ni de la marca Ideal ni de ninguna otra), y si, la imagen nos quedó “de pelos” (según las definiciones de la Real Academia de la Lengua, en la época antediluviana, el concepto se aplicaba a aquellos resultados altamente satisfactorios, y es equivalente al concepto moderno “bien chido”).

Y como dice el refrán finalmente todo plazo se cumple, y llegó el viernes fatídico de la Presentación, y no puedo recordar si los números se organizaban por orden ascendente, es decir primero de secundaria, segundo, tercero, luego los de prepa o era un orden aleatorio, el caso es que cuando nos tocó, toda la escuela sabia que íbamos a presentar “Kasachoks” , ignoro como se habrán enterado…. Pero lo que no sabían es que Oscar Wynter y sus tovarich (camaradas en ruso-ahora ya sé idiomas…), se agenciaron de alguna manera unos trajes maravillosos, pantalones oscuros anchos, botas de cuero-como de anuncio de vodka de la época- camisas de cuello alto, y unos gorros (ahora sé que se llaman chapkas) que no le pedían nada a las mejores fotos que habíamos visto de los bailarines del ejército rojo, es decir estaban verdaderamente hermosos, y parsimoniosamente se colocaron en sus lugares, los tramoyistas colocamos la escenografía, , los del sonido pusieron el disquito de 45rpm y comenzó la magia……….

Hay que reconocer que la música es alegre, que tiene ritmo, que invita a bailar, y bueno, ellos lograron hacer sentir todo eso, y mi parecer es que se apropiaron del espíritu de los dioses danzantes rusos, y de verdad bailaron maravillosamente, Oscar alcanzó alturas insospechadas, en sus acrobacias, casi puedo verlo otra vez riendo y saltando abriendo las piernas y cayendo con gracia, girando por todo el escenario, (seguramente el entusiasmo del recuerdo es mayor que la realidad, pero déjenme recrearlo así.) y terminó el baile, y empezó una ovación de todo el auditorio, y luego siguieron las demás presentaciones, pasó la tarde, acabó el Liceo y se llegó al momento de las decisiones , no recuerdo quien votaba, o como se decidía, lo peor de todo es que ya no me acuerdo si ganamos o no, pero mi distorsionada memoria quiere creer que si , que ganamos, que Oscar Volvió a salir a bailar, que cosechó más aplausos, pero desafortunadamente de verdad no me acuerdo, o tal vez perdimos y para proteger mis recuerdos decidí olvidarlo, el caso es que para mí lo importante ya no es saber si ganamos o no, sino todos los procesos que cumplimos para llegar a ese resultado, a descubrir que podíamos trabajar en equipo, los dos grupos, equipos donde había internos y externos, hombres y mujeres, y que podíamos hermanarnos con un fin común, y que lo logramos, finalmente eso es lo importante…….y el recuerdo de la alegría del momento, y de que lo bailado nadie nos lo quita, …o no mi querido Oscar Wynter?........


AGREGADO:
Ahora por desgracia me entero a través de internet como ahora se puede hacer con toda facilidad que casatchok es una canción italiana de 1969 que quiso dar un aire ruso, y que es una degeneración del término “pequeño cosaco”…..lástima, era mejor la otra fantasía…


Archivos anexos:


En esta reconstrucción de la escenografía mencionada, se observa el marco de madera del bastidor que sostiene el dibujo, y se pueden aun ver los trazos del gis magistral de José Nava B. tan realistas que efectivamente parece una fotografía……. Y de manera incomprensible para el equipo de investigadores arqueológicos, en la base del dibujo se puede observar la firma de uno de los autores, que después de sesudas deliberaciones, se ha llegado a reconocer como perteneciente a Jose santos nava Badillo!
..


En esta rarísima fotografía tomada clandestinamente durante el liceo Melchor ocampo, se observa claramente la habilida danzística de Oscar Wynter, aquí disfrazado de ruso para que no se le reconozca, y con un fondo falso, para que pareciera que está en un teatro ruso, sin embargo, en las esquinas de la fotografía se observan unos emblemas que aunque parecieran aguilas imperiales rusas, NO!, son los escudos ….del Madero, lo que demuestra la autenticidad de la imagen……………



Oscar Sanchez

3 comments:

  1. Si mal no recuerdo ganamos con ese numero de baile el primer lugar. Otro de los integrantes se apellidaba: Cid

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  2. Fe de erratas o corregido y aumentado por: J. Santos Nava Badillo

    El presidente del liceo en ese entonces era el joven Roberto Ricardez Zamacona y los integrantes del equipo eran Elizabeth Gómez Leos, Patricias Navarrete, Talía González Pacheco, Eduardo Díaz Cid y Oscar W. La coreografía también fue obra de tu servidor y la escenografía tuvo el toque final del ilustre músico, pintor y maestro Alejandro Ajuria también Maderista.

    La producción tuvo gran éxito después se presento en grandes lugares como el festival del día de las madres y después un gira al IMSS.

    “Those were the days my friend I thought would never end”…

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  3. Esto es lo mas cercano que encontré a como se bailo en aquella ocasión:

    http://www.youtube.com/watch?v=dazaeQHrXIM&feature=related

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