Reseña (o intento de ello) de nuestra Magna Reunión de Exalumnos 2011...

de Humberto Villalpando Flores, el Domingo, 22 de mayo de 2011 a las 20:12

A propósito de nuestra Magna Reunión de Exalumnos del nuestro muy querido Instituto Mexicano Madero, me atrevo a intentar una reseña del acontecimiento que a la letra dice:

A las 10 de la mañana del sábado 21 de mayo de 2011 (día en que por cierto, un gringo loco profetizó que se acabaría el mundo), curiosamente para nosotros no se acababa el mundo; contrario a eso...regresaban los días en que pasamos juntos tantas proezas, hazañas y travesuras (no olvidemos el estudio). A esa hora ya era imposible encontrar lugar para estacionarse en la 17 poniente, todo estaba lleno...yo dejé mi auto en la Comercial Mexicana (lugar en el cual, por cierto, acostumbrábamos algunos de nosotros utilizar para fumar algún cigarrillo antes de iniciar la pinta, después de habernos brincado la barda de la escuela).

En la entrada me encontré a Don Fidel...algo encorbado, delgado pero...con una sonrisa de oreja a oreja todo el tiempo, muestra de la alegría que también moraba en él, por estar nuevamente pisando esas lozas añejas pero, sobre las cuales...empezamos a forjar nuestro destino. Recordé las pláticas a la salida de la escuela recargados en la barda...esperando, algunos que llegarán por ellos y otros, como yo, para irme a mi casa a comer, caminando, como siempre por la 7 sur, con mi amigo Josué López Paz (por cierto, ¿alquien sabe de él?).

Recorrí los dos patios, reconocí las aulas...aquellos salones en los que, además del estudio, se forjaba lo más importante de nuestra vida escolar...se forjaba la amistad; ha sido increíble sentir, al compartir y platicar...que el tiempo no había pasado y que eramos aún esos niños y adolescentes que, un día nos despedimos y 27 años después, estabamos nuevamente reunidos en esos muros (viejas piedras del Madero, dice Salomón Avena).

Después, como a las 11:30...el Liceo Melchor Ocampo; igual que en ese tiempo, en el gimnasio...ese viejo gimnasio que igual fue testigo de travesuras, triunfos, amores y alegrías...también, por qué no decirlo...tristeza, a veces...sólo a veces.

Tuvimos oportunidad de ver nuevamente a viejos amigos que...más que amigos, hoy puedo decir...hermanos, sí...hermanos porque compartimos la misma madre...nuestra Alma Mater..."Viejas Piedras del Madero."

Del cuerpo administrativo y docente: la Sra. Coty, el Dr. Abraham Sánchez, el Ingeniero González, el Químico Águila, El Profesor Clemente y Gabino Arrieta...¿lo recuerdan?, en cuanto lo vi, mi primer impulso fue revisar mi aseo (pelo corto, manos limpias, uñas limpias, zapatos boleados, corbata y sueter limpios...); de pronto se pide la presencia de Avena en la palestra para declamar su poesía circulada desde hace algún tiempo en esta red social: "Viejas Piedras del Madero" y cuando va caminando hacia el estrado, se oye un grito del "Bola"...Arrieta, chécale las greñas a este cabrón, regrésalo a su casa al hijo de su pu$%&@/"...ya saben, si no lo dice así...no sería el "Bola".

La comida y el baile excelente...150 hermanos disfrutando y libando como en los viejos tiempos; de mi "degeneración", la 110: Jorge Fierro (Decano Emérito), Jorge Vargas (el pollero vago), Tere Guerra (querida amiga, muy bella), Eduardo Ovalle (se encargó de poner en orden nuestro léxico), Eliseo Herrera (serio el muchacho), Mary de la Rosa (guapa, muy guapa como siempre), Carlos Villegas (él si esta igualito), José Juan (el perro, no me acuerdo de su apellido), Mario Rodriguez (siempre animado y buen amigo), Adela Brito (igual de seria pero muy agradable), Lupita Zechinelli con Roberto Fox, su esposo (hermosa pareja), Mario Roldán (siempre atento y amable), Graciela Ledesma (con la sonrisa que la ha caracterizado siempre), Paco Gual (buen amigo), Pancho Armenta (gran amigo taquitos), Aurora Vergara (no paró de bailar), el flaco Eduardo Flores (otro bailador)...ah, y uno de la generación 110 de secundaria, creo que Sergio (que más bien era 113, jejeje) que el perro se encargó, después de media hora de platica (o más bien monólogo) de que ya no vuelva más...jajaja, pero eso sí, salió en la foto!!!.

El tiempo se detuvo...volvimos a ser niños, vivimos nuevamente la camaradería sin importar cual ha sido el derrotero de cada quien...simplemente, este sábado 21 de mayo de 2011, a 27 años de haber salidos de la escuela y, para otros un tanto más...más de 30 años, casi 40...este sábado, más que exalumnos, esta reunión...fue una reunión de hermanos.

Les he de confesar algo, hoy...siento nostalgia, ya los extraño...hermanos...mis hermanos, espero verlos pronto, muy pronto...los amo hermanos míos...un abrazo hasta donde cada quien haya decidido establecer su destino, por lo pronto les digo algo...el mío está con ustedes...¡¡¡Viejas Piedras del Madero!!!...¡¡¡Mi Alma Mater!!!